En anteriores post hemos comentado como se creó el disco compacto o CD, como se fabrican y como se graba y se lee la información de este dispositivo de almacenamiento físico. Hoy, para variar la temática, nos alejamos para traerte un curioso caso de éxito relacionado precisamente con música y la duplicación de CD.
Como, habréis leído en el título, vamos a hablar de CD Baby, que para quien no lo conozca, es probablemente el l mayor distribuidor online de contenidos musicales independiente del mundo. Del mismo modo que lo hizo Apple (salvando la diferencias) esta compañía nació en un garaje de Estados Unidos con la idea de montar un negocio de venta de canciones en formato físico. Es decir, se ideó como una empresa de duplicación e impresión de CD. Sin embargo, tiempo después sus fundadores descubrirían que su proyecto iba a ser mucho más importante.
En 2004, con el auge de internet, dio el salto al mercado digital, donde se ha desarrollado hasta hoy. Ahora, para sorpresa de muchos, incluidos un servidor, trabaja con cerca de 100 socios dedicados a internet, entre ellos destacan gigantes de la música como las populares plataformas Amazon, iTunes, Spotify, Deezer o YouTube. Increíble, ¿cierto? Basicamente su labor consiste en conseguir ingresos y beneficios para los artistas que respalda en estos servicios musicales.
Sus fundadores presumen de haber conseguido ya 300 millones de euros en beneficios para sus músicos y artistas. Como curiosidad, hay que destacar que la compañía ha conseguido todo esto con apenas 125 empleados. Al parecer, todo esto lo han conseguido con lo que ellos llaman su “secreto”. Que no es otro que ofrecer ventajas para el artista como el control sobre su obra o saber quién compra su música y poder cancelar el contrato en cualquier momento.
De esta forma, su trabajo pasa por introducirse por completo en el proceso de lanzar a la fama a un artista. Ya que se encargan desde a fabricación del disco (impresión y duplicación de CDs) hasta la distribución física y digital (darle un lugar adecuado en el mercado). Esto incluye gestionar los derechos de las ventas tanto digitales como de las escuchas en servicios como Spotify (streaming).
Estas cifras nos hacen preguntarnos si realmente hay negocio en la música. Claramente lo hay, ya que esos beneficios están ahí y nadie puede ocultar la realidad. Sin embargo, a pesar de que la mayoría de las ganancias se debe a los contenidos digitales, lo cierto es que Gill ha comentado como en el último trimestre de 2015, las ventas de CD han recuperado un 14% de su total. Esto nos hace confirmar que el disco, y la impresión y duplicación de CD no es un sector muerto.
De una forma u otra, en CD Baby comparten la idea de su servicio de streaming o el de otras plataformas como Spotify, Deezer,Apple Music o Tidal son la mejor opción para dar a conocer artistas potenciales, aunque no para superar a cantantes y músicos grandes y conocidos.
De forma similar ocurre con Youtube, que se ha vuelto una de las mayores plataformas musicales del momento. Todo gran artista tiene que tener su música en la plataforma de streaming de vídeo por excelencia. Además no solo se ganan beneficios con el canal de artista, donde cuelga sus videoclips; también se puede ganar mucho con cualquier vídeo que se suba a la plataforma y lleve la música del músico (lógicamente si se hace de forma legal, pagando derechos).
Vemos como la industria de la música sigue siendo un nicho de marcado con alto potencial, donde a pesar de estar en un terreno sumamente digital, la impresión de CDs sigue teniendo mucha importancia.
